miércoles, 31 de diciembre de 2008

II

Solemnemente giro la llave y la chapa se abre. Las sombras son absorbidas por el duende secreto que no se deja ver y prende la luz del refri. He aquí mi ofrenda: frutillas naturales bañadas en pesticidas, crema chantilli tartracínica del crepúsculo. Los implementos sobre la mesa sobre mis pies atornillados en la rutina del almuerzo veloz, la vida reloj, la cultura chatarrera.

martes, 30 de diciembre de 2008

escritos de la época chatarrera

I


Malas noticias estimados delirantes. Ahora que la luna se resquebrajó por completo, y el día boca abajo dice adiós, nos hacemos carne y hueso, nos hacemos seso encebollado, McEspíritu que con doscientos millones de lágrimas podemos agrandar: combo que golpea y duerme sobre la mesa. Bienvenidos a la época chatarrera, en tu alimento, en tu consciencia. Una nueva cultura glocal, se trata del agua embotellada, del durazno en conserva, de la aceituna salada de Italia, del plátano refaloso del trópico, la palta sabrosa de la cordillera, el paraguas boliviano, la galletita europea. Ahora puedo comer lo que quiera, Wal-Mart es mi dios.


sábado, 13 de diciembre de 2008

No!

No a las respetables putas de la belleza
No a los distinguidos perros de la poesía
Nosotros hemos cantado a nuestra generación sin lograr despertarlos del miedo
Nosotros hemos jugado a ser palabra derramando a tiros el desenfado sobre las cabezas de los boquiabiertos que nunca imaginaron un arrebato como este para la poesía y para lo que se vive de ella
Hemos desvestido a las muñecas con fuego y voz propia
Hemos desasistido por ellos nuestra lógica y nuestro pudor
Porque cuando los dioses se quedan en silencio los desiertos de atacamas del mundo florecen hacia adentro de los ojos
Ya no queremos ser más ciegos
Buscamos luchar contra la desesperación del tiempo y los demonios del poder
Pero sólo ahora hemos resuelto que la poesía es un rumor de prestidigitadores
Y que nuestros dedos son dardos
La verdad es una de las pocas mentiras que hace daño en este contexto
No escribimos artes poéticas leemos las coyunturas de la vida
Nos ha tocado hacer el trabajo sucio
Destrancar las alcantarillas llenas de guaguas rancias
porque en las camas de mi casa los durmientes no cesan de crecer
y me aprietan y no me dejan escribir y dicen que estamos mal muy mal
La honestidad está desnuda
Sangra por la nariz y el culo
Estamos llamados a ser más que los primeros continuadores
Nuestros sudarios son seminarios
Nadie quiere tocarnos
Mis amigos no tienen más de 22 años
Y conocen la ambigüedad de las miradas
Conocen la alucinación de las esferas
Conocen el destierro de la estirpe
Conocen a los sobrevivientes de 17 años en llamas
Conocen el fascismo
Conocen la dictablanda
Conocen el alcohol después del amanecer
Niñitos danzando alrededor de la luna
Corazón cobertizo
Corazón sagrado de los rebeldes
Corazón sagrado y herido de los homosexuales
Nuestra vida está quebrada
Todos los géneros son una convención que no necesitamos
De un día para otro un puñado de mestizos resplandecientes apareció desde los rincones más inhóspitos de Vergüenza Nacional
Mis amigos pintan las calles con sangre semen y llanto
Mis amigos hacen música con los restos de la linda república de rodillas
Mis amigos ocupan las casas para la cultura y los persiguen
Mis amigos no escupen para el cielo porque ya no confían en él
Mis amigos hacen videos grabando la realidad
Mis amigos tienen nombres de santos pero es una graciosa coincidencia
Mis amigos hacen de la vida una performance para no irse a la mierda
Mis amigos son testigos de las revoluciones sensuales
Mis amigos conocen los paisajes de chile por el ácido
Hemos hecho ruido
En los rincones de la ciudad hemos peleado nos hemos emborrachado nos hemos amado
Nos han insultado por ser menos mediocres que nuestros padres
Hemos multiplicado las divisiones
El pasado es una excusa para ser más cobarde
Mis amigos son pobres de la calle de la noche
También hay hombres que se suicidan entre mis amigos
Y los locos no están solos
Pero nos tenemos a nosotros y tenemos una poesía
Por eso celebramos que estamos juntos anunciando el devenir de nuestros deseos
Lo peor que podría pasar es callarnos poco a poco
Caernos enredarnos en el mismo galope
Hombres-mujeres-caballos
estamos viviendo
El luto de nuestro tiempo
No a las respetables putas de la belleza
No a los distinguidos perros de la poesía

Héctor Hernández Montecinos

sábado, 6 de diciembre de 2008

diálogo misterioso

Sabes qué me parece increíble? Conocer un poco la “naturaleza” del ser humano, sí, a través de sus acciones sociales, no sé…lo que se comparte, sabes?


¿ah?


No sé po, quizás como un hecho social puede reflejar lo que es también una persona individualmente, y viceversa.


Puede ser, si al final igual compartimos los mismos universos cognitivos, qué tanta diferencia entre los miembros de una sociedad puede haber...nos dejamos llevar tanto por la superficie...


Pero mira, así como ahora el mundo se interconecta con las comunicaciones y comienza a haber consciencia de que existen "otros", nos vamos ampliando.


Pero no es tan linda la cosa, fíjate que si bien ahora el internet y esas cuestiones te permiten continuar o reinventar las diferencias simbólicas, o sea, la cultura, aparece una nueva muralla: el acceso a esos medios.


Chuu, no lo había pensado


Sipo, así que la lucha sigue, no te confíes.


La lucha...me complica igual. Creo que no me gusta luchar con mi generación, los encuentro chantas.


¿Qué?


Sí, creo que la mayoría son unos locos egoístas, de mentalidad cortoplacista. Si los cambios no van a venir de un día pa' otro, probablemente ni siquiera podamos disfrutar de ellos, todo es por los hijos que vendrán. Además, no sé, por ejemplo conozco a un loco que habla y habla de política, y marcha, y se toma la U, y alega por mejorar la educación, pero el loco ni estudia po!! anda carreteando a diestra y siniestra, y salvando con las notas. Si tiraran más educación él no podría estudiar, se quedaría atrás. ¿Cómo es que no nos damos cuenta que quizás nosotros mismos perpetuamos el sistema?


¿Y por eso tu no vas a hacer nada?


Es que no sé...tal vez no quiero asumir responsabilidades. Pero por lo menos lo reconozco.


Hay que comenzar a ser más íntegros, en todo sentido, eso es lo único que te puedo decir.

domingo, 30 de noviembre de 2008

etno = ego

Etnocentrismo (macro) = Egocentrismo (micro)

sábado, 29 de noviembre de 2008

chorreo

miércoles, 26 de noviembre de 2008

La ola y el cardumen.


Salir corriendo, entrar en pánico y descontrol, respuestas que damos dentro del caos. La ola gigante de la crisis que los profetas economicistas aproximan, producto del terremoto del octubre pasado, que tuvo de epicentro a la bolsa de Wall Street, se desplaza rápidamente en todas las direcciones del mar del capitalismo neoliberal. Algunos resguardados en sus cerros de capital económico estarán protegidos, y la ola casi no los mojará, pero la mayoría de la población conocerá el maremoto por dentro, se sumergira en él. El agua se llevará mucho de lo que han construido. Pero la ola no sólo se lleva muchas cosas materiales, también nos entrega conocimiento. Depende de nosotros saber reconocerlo, para poder salir de ella sin ahogarnos, aprender a nadar para salir de la crisis que no sólo será economica, sino que tambien social y cultural.

Las crisis son necesarias para volver a vernos las caras y acordarnos que no estamos solos, podemos dirigir nuestro destino en conjunto.
Debemos recordar, siguiendo la lógica de los terremotos que estos se producen por una tension entre placas. Esta vez la tensión es producto de la especulación, de la inequidad social que el capitalismo viene manteniendo e intensificado por siglos. Reconocer que salir de la ola no es un cosa de azar, sino de conciencia, organización, solidaridad social.

Volver a ser un cardumén, destrurir la ola y salir de ella. Este es el primer paso, pero si lo logramos habremos crecido y avanzado. El siguente paso es volver a reconocer que nuestro destino no se impone sino que se elige, y que la lógica neoliberal de que este sistema se regula solo no es más que producto del estado febril delirante de la gente que quiere seguir manteniendo su posición dominante.

lunes, 24 de noviembre de 2008

La economía de Tahuantinsuyu

Ellos no conocían el poder inflacionario del dinero. Su moneda era el Sol que brilla para todos, el Sol que a todos pertenece y que a todo hace crecer, el Sol sin inflación ni deflación: y no esos sucios "soles" con que se le paga al peón (quien le mostrará sus ruinas por un sol peruano). Y durante todo el Imperio comían dos veces por día. Los financistas no fueron los creadores de sus mitos.

Ernesto Cardenal

lunes, 10 de noviembre de 2008

Patrimonio Cultural


El reconocimiento del pluralismo y la decisión de fundar sobre él el proyecto nacional permitiría abordar el problema del patrimonio cultural sobre bases muy distintas de las que actualmente lo empantanan. No se trataría ya de legitimar una porción privilegiada de los patrimonios existentes para construir con ella el patrimonio cultural común, desechando lo demás. Se trataría, en cambio, de aceptar la diversidad de patrimonios culturales, cada uno igualmente legítimo para el grupo que lo ha heredado. Esto no significa la creación de compartimentos estancos, el aislamiento progresivo de pueblos y sectores de la población culturalmente diferenciados, ni afirma la imposibilidad de comprender, apreciar y utilizar los objetos culturales que forman parte de un patrimonio distinto del propio. Exactamente al contrario, la intención sería hacer de la cultura nacional (esa parte de la cultura compartida por todos) el campo del diálogo, del intercambio de experiencias, del conocimiento y el reconocimiento mutuos. Pero de un diálogo entre iguales, no un monólogo vertical que sólo se trasmite en un solo sentido.


Guillermo Bonfil Batalla

jueves, 23 de octubre de 2008

Entrevista a Zygmunt Bauman

por Glenda Vieites

Traducción: Mariana Elizeche.


Usted nació en una ciudad alemana que se convirtió en territorio polaco al final de la Primera Guerra Mundial. Luego se refugió en la Unión Soviética y desde hace unos años trabaja por elección en Inglaterra. ¿Desde su experiencia académica y personal, cómo define hoy la noc
ión de identidad?

Ludwig Wittgenstein siempre oscilaba entre la Viena natal y su tierra adoptiva inglesa; cierta vez comentó que el mejor lugar para resolver un problema filosófico era una estación de tren. Aunque bueno, aquellos eran viejos tiempos, cuando no se vivía con la prisa de la actualidad. No creo que hoy Wittgenstein hubiera dicho lo mismo respecto de un aeropuerto. Aún así sus reflexiones mantienen la misma fuerza. A mí me ayudaron a entender, de qué modo, en nuestros tiempos, la identidad tiende a ser algo tan provisorio, endeble, vulnerable, que obliga repetidamente a revisar los ‘planes a largo plazo’ (o lo que Jean-Paul Sartre llamaba ‘project de la vie’); se demuestra muy vívidamente lo poco confiables y riesgosas que son en general las resoluciones a largo plazo. Por primera vez en la historia, el cuerpo humano constituye la única entidad cuya expectativa de vida se ha prolongado. En cambio, todas aquellas instituciones sobre las cuales nuestros antecesores solían planificar sus existencias (asuntos públicos, ideologías, formas de vida, reglas de conducta, criterios de éxito y estrategias para una vida satisfactoria, etc.) tienen hoy una expectativa de vida mucho más corta.

¿Qué relación hay entre su concepto de modernidad líquida y su noción de identidad?

En nuestra modernidad líquida, las obligaciones de vida demandan una necesaria fluidez; permanecer inalterado representa una siniestra perspectiva y aterradora amenaza. En un instante y sin ningún aviso, los activos se pueden transformar en deudas. De allí, la contradicción contra la que todos debemos pelear. Tener identidad significa estar claramente definido, sugiere continuidad y persistencia, pero precisamente es esa continuidad y persistencia la que le otorga a la fluidez una tendencia algo suicida. Sin duda, la idea de identidad siempre estuvo, cada vez que apareció, dividida por una contradicción interna: sugería una especie de distinción que tendía a desdibujarse. La identidad enfrenta un doble dilema: debe servir a una propuesta de emancipación individual tanto como a un plan de membresía colectiva que sobrepasa cualquier idiosincrasia particular. La busca de identidad implica someterse a un fuego cruzado, a una convergencia de dos fuerzas opuestas. Hay una doble propuesta en la cual la pretendida identidad (identidad como problema y cometido) se debate y por la cual debe luchar en vano por emanciparse. Navega entre dos extremos de individualidad y total pertenencia, el primer extremo es inalcanzable, mientras que el segundo, como un agujero negro, debe absorber y eliminar todo lo que flota en su cercanía. Cada vez que es elegido como el destino de una excursión, la identidad inevitablemente hace vacilar cualquier movimiento hacia dos direcciones.

¿Es evitable esa contradicción?
La identidad presagia un peligro mortal para el individuo y la colectividad, aunque ambas recurran a ella como un arma de autodestrucción. El camino a la identidad es un interminable campo de batalla entre el deseo de libertad y la demanda de seguridad. Por esta razón, la guerra de la identidad permanecerá siempre inconclusa y sin ganadores, y la causa de la identidad continuará destacándose al tiempo en que se disimulen sus instrumentos y objetivos. Quienes practican y disfrutan de esta nueva inestabilidad, suelen relacionarla con cierta idea de libertad. Sin embargo, tener una inestable y provisoria identidad no es un estado de libertad sino más bien una obligatoria, interminable y nunca victoriosa guerra por la liberación. Cuando la identidad haya dejado de ser un asunto molesto (porque es imposible desprenderse de ella), y pase a ser un cómodo legado, las obligaciones que se presumen y esperan que duren de aquí a la eternidad, se habrán transformado en un inconcluso y exasperadamente ambiguo esfuerzo por desprenderse de las cargas del pasado. Aquel que persigue la identidad es comparable a un ciclista: la sanción por frenar un pedal es la caída, y hay que seguir pedaleando para mantenerse en pie. Avanzar con dificultades es un compromiso sin alternativas. Al pasar de un episodio a otro sin rumbo, viviendo a través de los sucesos consecutivos de un destino desconocido, guiado por el afán de borrar el pasado antes que por el deseo de delinear el futuro, la identidad del actor queda atrapada en su presente; es decir, se niegan las bases de su propio futuro. Y, al mismo tiempo, el pasado de cada identidad se encuentra esparcido en los consejos inservibles de anteayer, que ayer mismo fueron desechados por constituir una pesada carga. La idea central de la identidad, a partir de la cual se podrá emerger con un cambio continuo, incólume y probablemente reforzado, es que el homo eligens, el hombre elige para sí mismo un estado de permanente no resistencia, de auténtica inautenticidad. En la era de la modernidad líquida, sobre los negocios, Richard Sennett escribió: "Los negocios perfectamente viables son aniquilados y abandonados, los empleados capaces son echados antes que premiados, simplemente porque la organización debe mostrar que el mercado es capaz de cambiar". Al reemplazar "negocio" por "identidad", "empleados capaces" por "posesiones y compañeros" y "organización" por "uno mismo", se obtiene una fiel versión de la condiciones que definen al homo eligens.

¿Cuál es su análisis en relación a los episodios de xenofobia que se suceden a nivel mundial? Ejemplo: incendios en Francia.
No hay nada nuevo aquí. De hecho la mayoría de las novedades parecen inéditas por la brevedad de nuestra memoria colectiva. Los actores han cambiado, pero no las acciones. Hace casi un siglo, el gran sociólogo Georg Simmel, sugirió que la lucha, a menudo violenta, es ante todo un trámite preliminar para la integración. Demostró que los faccionarios habían aceptado (ya sea de manera entusiasta o desanimada) los valores dominantes de la época y deseaban unírseles a aquellos que practicaban (sin éxito) dichos valores. Los disturbios callejeros del siglo XIX y el "good deal" del siglo XX pueden ser explicados como las manifestaciones de las clases bajas golpeando tan fuerte como podían las puertas de la sociedad que se les cerraban en las narices. Sus violentas protestas desencadenaban reacciones también violentas. Los "establecidos" no deseaban que los "marginados" fueran admitidos. Las "revueltas raciales" parecen ser el resultado de que aún no se ha disuelto la jerarquía de antiguos valores. Cien años atrás se tenía como asumido que Europa era la expresión más sobresaliente de la evolución humana; el resto de la gente, que quería ser tratada como europea, debía renunciar a cualquier rasgo de identidad que los alejara de los estándares europeos. Se esperaba que los aspirantes asimilaran e imitaran cada detalle del estilo de vida europeo. Sin embargo, uno de los efectos actuales de la globalización es que tenemos un mundo repleto de diásporas, territorios habitados por miembros de cualquier grupo étnico o religioso que constituyen reminiscencias más de archipiélagos que de continentes. Para muchos de los integrantes de esos grupos, la superioridad del estilo de vida europeo no es ninguna obviedad. De hecho son reacios a abandonar sus propias tradiciones, que consideran buenas o aún mejores que aquellas que encontraron en el nuevo país al que han emigrado. Su idea de integración no imposibilita el derecho a la diferencia. Y seamos francos: ¿no es ésta acaso una prueba de que ellos han asimilado y aceptado las ideas europeas? ¿Acaso no aplaudimos la variedad y juramos apoyar el derecho a la diferencia? En la práctica siempre nos referimos a nuestro derecho a la diferencia, no a la de ellos…

A pesar de su diagnóstico alarmante se vislumbra esperanza en todos sus ensayos. ¿En qué radica esa esperanza?

La gente optimista afirma que el mundo que tenemos es el mejor posible; los pesimistas son personas que desconfían que los optimistas tengan razón. Así que por lo tanto, no soy ni optimista ni pesimista porque creo firmemente en otra alternativa (y quizá mejor): de que un mundo mejor es posible para mis congéneres humanos, y que la posibilidad de lograrlo es real. En el post scriptum de su obra magna, La Misére du Monde (La Miseria del mundo), el último Pierre Bordieu (hablando en nombre de los países europeos y las extensiones transoceánicas) señalaba que el número de personajes de la escena política que abarcaban y articulaban las expectativas y demandas de sus electores se está encogiendo rápidamente. El espacio de la política se está replegando sobre sí mismo y necesita ser abierto nuevamente; para ello es necesario traer los problemas privados y anhelos inarticulados y ponerlos en relación directa con el proceso político (y viceversa). Esto es más fácil decirlo que hacerlo aunque el discurso público está inundado de las pre-nociones de Emilie Durkheim, presunciones raramente aclaradas y menos aún consideradas de manera crítica. La experiencia subjetiva es llevada a un nivel en el que el discurso público y cualquier tipo de problema privado es categorizado, reciclado en el discurso público y representado como tema público. Para servir a la humanidad, la sociología necesita empezar por aclarar cuál es su sitio. Las valoraciones críticas de estas pre-nociones deben conjugarse con un esfuerzo por hacer visible y audible aquellos aspectos de la experiencia que normalmente se quedan lejos de los horizontes individuales, o detrás de los umbrales de la conciencia individual. Un momento de reflexión debe hacer consciente aquellos mecanismos que delinean una vida dolorosa e inconducente. Dibujar las contradicciones bajo un haz de luz no significa resolver las mismas. Un largo y tortuoso camino se expande entre el reconocimiento de las raíces de los problemas y su erradicación, y dar el primer paso no asegura que más adelante no se deba dar otros pasos. Sólo el mismo camino nos llevará hasta el fin. Y aún así no hay que negar la crucial importancia de la compleja cadena de eslabones que existe entre el dolor sufrido individualmente y las condiciones producidas colectivamente. En sociología, y aún más en la sociología que se ocupa de estar al día con sus tareas, el comienzo es más decisivo que ninguna otra parte. Siempre es el primer paso lo que designa y pavimenta el camino para la enmienda que de otro forma no existiría, dejando sólo anunciado tal sendero. De hecho, necesitamos repetir después de Pierre Bordieu: "Aquellos que tienen la oportunidad de dedicar sus vidas al estudio del mundo social, no pueden permanecer neutrales e indiferentes, en frente de las luchas que tendrá que afrontar el mundo en el futuro". Jean Pierre Dupuy describió la inevitable catástrofe. Mientras que Dupuy señalaba y profetizaba tal catástrofe, nosotros podemos hacer lo inevitable evitable y quizá así lo inevitable terminará por no acontecer. "Estamos condenados a la vigilancia perpetua", nos advierte. La falta de vigilancia es una condición necesaria para que tal catástrofe suceda. Proclamar su evitabilidad y pensar en la continuación de la presencia de la humanidad en la Tierra como una negación de la auto destrucción es, por un lado, una condición necesaria (y suficiente) para que esa catástrofe no suceda. Los profetas delinearon su sentido de misión a través de las creencias de Dupuy, sobre la inminente catástrofe. Ellos insistieron sobre la inminencia de este Apocalipsis no porque soñaran con trofeos académicos (revindicaban tal visión) sino porque deseaban mostrar que estaban equivocados, ya que no veían otra forma de prevenir tal catástrofe. A no ser que sea reprimida y domesticada, la globalización negativa convierte a la catástrofe en algo inevitable. Sólo cuando esta profecía sea considerada con seriedad, la humanidad podrá albergar albergar alguna expectativa de impedir la catástrofe. La única posibilidad es comenzar una terapia en contra de este creciente miedo, mirar a través de él, estudiar sus raíces… En definitiva: sólo enfrentando el miedo se lo podrá erradicar. La llegada del nuevo siglo puede conducirnos a la catástrofe final. O puede ser el tiempo en el que se gestione un nuevo pacto entre los intelectuales y la gente. La elección entre estas dos alternativas aún se encuentra de nuestro lado. Yo creo que, en estas circunstancias, la pérdida de la esperanza es el mayor desastre que le puede acontecer a la humanidad. Tener esperanzas es nuestra obligación.

[documento raptado de: http://www.elinterpretador.net/22EntrevistaZygmuntBauman.html ]

sábado, 11 de octubre de 2008

viernes, 3 de octubre de 2008

basura colectiva


[musiquita para hacer más amena la lectura, aunque está media espacial...]


Ayer hubo una tocata por el primer aniversario de la nueva región de los ríos. Como no faltaba más, la muni se movió y trajo a re-nombrados y re-petidos artistas para animar la cosa, aunque reconozco que lo de repetido es por un sesgo que explicaré más adelante.

A eso de las nueve y media comenzó el sandungueo de la mano de sexual democracia, que no prendió mucho a la masa, pero no importó tanto, si total recién se estaba entrando en calor, de la mano de unos vinitos y algunas chelitas entre los comensales de tan importante evento. Luego apareció inti illimani, los no-históricos [y he ahi mi sesgo, yo prefiero a los otros]. ¿No se aburrirán de tocar siempre los mismos temas? Yo que vivía en Valpo los veía a cada rato en actos de la misma calaña y lo mihmito siempre. Cabe destacar que Valparaíso es un experimentado lugar donde se dan este tipo de fiestas colectivas y también donde se aprecian muy claramente sus consecuencias.

Al terminar de tocar Inti, nos entretuvieron con el más fino reggeaton envasado para capiar el frío, hasta que apareció el plato fuerte de la noche: la sonora palacios. Fue imposible no mover el esqueleto, aunque cada vez eramos menos eso nos acercaba más, bailabamos con desconocidos e incluso comenzaron los acosos -por parte de unas compañeras- a un niño jipilais. Hasta el momento todo era chistoso y absurdo, pero como el absurdo tiene muchas facetas apareció otra de sus manifestaciones: volaron los combos y los shorizos se hicieron notar entre la multitud.

Al final todo eso pasó piola, cabía dentro de la normalidad de este tipo de celebraciones masivas. Cuando terminó la cosa, y la gente comenzó a fluir fuera de la costanera, se pudo observar como apareció un nuevo suelo. Era posible hacer un estudio estratigráfico de la basura que botó la gente desmedidamente, de verdad que era un espectáculo deprimente. En algún momento escuché tristes consuelos de algunas personas, cosas como "total limpian mañana", como si eso diera la libertad, el permiso de botarla en la calle. Y es que siempre es un poco así, un poco "hasta nunca basura, desaparece de mi vida". ¿Quién sabe realmente qué pasa con la basura que se va en el camión que pasa dos días a la semana? ¿Cuántos saben qué pasa con los desechos que se botan cada día por el excusado? Aunque quizás estoy siendo injusto, muchos lo han pensado, pueden tener ideas al respecto, pero reflexionar profundamente sobre ello y modificar nuestra conducta: eso es otra cosa.

Lo clásico es desentenderse del cruel destino de la basura, que es a la vez el cruel destino de nuestro planeta. Estas fiestas colectivas se convierten en una metáfora bastante precisa de la actitud ciudadana común. Sobretodo me impresionó que se diera aquí en Valdivia, donde tanto ruido se ha hecho por celco y su mierda en el río, por los cisnes muertos y por el desarrollo sustentable. Y precisamente esto me trae a la cabeza otra idea: las luchas son bonitas cuando son exotizantes. La batalla ecológica romántica es aprobada, defendida y peleada. ¿Y qué pasa con la batalla cotidiana? Hay una realidad que nos toca vivir a diario, en donde botamos los papeles de helado en la micro, tiramos las colillas de cigarro en la vereda, lanzamos el papel con moco al basurero de la calle [y si no le achuntamos y se cae, filo, no me pasa nunca, tengo el perdonazo, soy la excepción], compramos botellas desechables que se van para siempre, ocupamos bolsas de nylon que se acumulan y acumulan, cosas así. Por eso la fiesta es metáfora, porque muestra a una mayor escala esa contradicción entre teoría y práctica, entre discurso y actuar, entre parecer y hacer.

¿La ciudad más bonita de chile?

pssss...otro detalle que casi se me escapa es como la gente se regionaliza tan rápidamente, sintiéndose parte de esta nueva provincia, izando banderas de orgullo. Mi teoría es que les da tan lo mismo la imposición de una territorialización que al cabo de un tiempo es como que siempre hubiese existido, dejan de cuestionarse el hecho [quizás nunca lo hicieron] y se acepta como una naturalidad. Algo asi como las comunidades imaginadas de las que hablaba benedict anderson. En ellas, explica [refiriéndose eso sí, a las naciones], se da una idea de comunidad, porque más allá de las desigualdades que puedan exitir se idealiza un compañerismo horizontal; es imaginada porque hay imagen de comunión a pesar de no conocerse; es limitada porque tiene fronteras finitas, aunque elásticas; y soberana porque da una idea de libertad, el estado es la garantía de ella
(Anderson 1993:21). Además aparece esa antigüedad subjetiva, en contraposición a la visión del historiador, quien sabe que realmente es un fenómeno objetivamente moderno.

En definitiva: ¡chitah que somos lesos! Pero yo no hablaría de ovejas en rebaño, sino de caballos con anteojeras. Y para rematar:



lunes, 29 de septiembre de 2008

De Persépolis a lo que creo

Hace unos días leí un comic, "Persépolis" escrito y dibujado por la iraní Marjane Satrapi. Es una obra autobiográfica, una muestra de todo el contexto que la rodea. Se sitúa en los principios de la revolucion islamica de 1980, y todo lo que significa para una niña -la cual conoció la educacion laica y que pertenece a una familia con valores progresistas occidentales que a la vez conservan sus raices religiosas basadas en el zorootrastismo- cuando se le impone otra manera de vivir y desenvolverse en la sociedad. Ademas, va contando todo el proceso histórico de Irán, desde los orígenes hasta lo que es actualmente, esto desde una perspectiva particular y subjetiva, he ahi la gracia que yo le encontré al comic. Es que cuando nos cuentan historias, es muy importante saber qué es lo que esas historias significan para las personas que las vivieron, además de los hechos políticos y económicos puramente, que pueden enfrascar el relato en algo frío y analítico.

Lo que me sigue llamando la atención es el paralelo que se puede establecer entre esta historia y la experiencia de la dictadura en Chile, y cada dia reafirmo la idea de que las dictauras -vengan de donde vengan, izquierda o derecha, de grupos revolucionarios o reaccionarios, de fundamentalistas, de conservadores o progresistas- lo único que logran es empobrecer a las culturas en donde se llevan a cabo. Quienes se exilian en otros países, muchas veces no logran adaptarse a los nuevos territorios y culturas en las que se establecen, y cuando regresan a sus sociedades de orígen se sienten ajenos, ya que han adquirido demasiado de la otra cultura, dejan de pertenecer a su grupo, se auto excluyen y sufren de inaptabilidad con su propia cultura materna. El comic nos sirve de guia para afrontar estas realidades. A mi lo que más me quedó de él fue que mientras uno no olvide quién es, de donde viene, cuáles son sus valores, será posible adaptarnos a nuevas realidades, aunque en un principio suframos por sentirnos extraños con nosotros mismos. Entender que ese sufrimiento nos entrega sabiduria y fuerza para seguir caminando en un mundo que a ratos nos da la espalda, pero nosostros lo enfentamos y superamos los desafíos, volvemos a ser parte de él creando una nueva realidad con lo que nosostros mismos podemos aportar para la riqueza de esa nueva dimension que se conforma a diario.

En "Persépolis" se recalca la importancia se ser honesto en todo momento, con uno mismo y con los demas. Cuando actuamos desde la mentira o guardándonos nuestras opiniones respecto a algo que nos molesta, nos opacamos, perdemos nuestra libertad, y la tristeza incomprendida reina en nuestros corazones. Hoy en día, en nuestro Chile, 1 de cada 2 personas sufre de algun grado de depresión. Esto en parte tiene que ver con los pocos espacios de diálogo que somos capaces de generar con nuestros pares como ciudadanos. En vez del diálogo reina el monólogo jerarquico; nos tragamos las descalificaciones de un profesor que se cree gurú y nadie dice nada, el jefe en el trabajo le grita a medio mundo y nadie dice nada, en la micro el chofer le dice a los estudiantes que se apreten y cedan sus asientos, y nosostros todos sumisos porque pagamos menos, aceptamos como si no estuvieramos estudiando para que el país progrese. Estas pequeñeces nos frustran un poquito día a día, nos entristecen. Por eso debemos comunicarnos y hablar cuando el sonido interno retumba y la sangre se hierve, canalizar esta energia en algo positivo que con respeto dice lo que siente y siente para encontrar un equilibrio en las relaciones con nuestros pares.

Desde que leí el comic, quedé con la sensación de que debemos decir más lo que pensamos, sin miedo, eso nos hace mas fuertes y enriquecemos nuestra cultura, abrimos la posibilidad de construir nuevas realidades. Somos felices cuando actuamos y tomamos cartas en el asunto, no se trata de ser un entrometido, si no que dejarse llevar y tener un rol en la sociedad, ser crítico de ella.

Estos pensamientos me reafirmó este precioso comic, tan cargado de dramatismo y pureza. Supe que tiene una película, ojalá sea igual de buena que el comic.







miércoles, 24 de septiembre de 2008

el consumo en masa

Y bue', siguiendo en la onda caricaturesca, aqui hay una animación de warner bros sobre el consumo en masa.



Nótese que la caricatura parte de buena manera, mostrando algo de realidad económica, para luego transformarse en un panfleto capitalista. Es extraño que cuando el profesor le dice a los ratones que "pocas ganancias y mucho volumen, crean sin duda una gran producción" se diga que habrá mayores salarios. ¿Qué pasa con los trabajadores que tienen que cumplir más horas de trabajo y menos sueldo? porque es más asi la cosa, sino ¿cómo se hace conveniente esta producción en la competitividad del mercado?: se necesitan bajar los costos de producción [el mismo profesor lo explica, gran contradicción dentro de un mismo discurso]. Es en este momento cuando el barco comienza a hundirse dentro del botellón de agua. Que extraño, es como un mensaje subliminal de la animación, un símbolo de caída, de desmoronamiento, de naufragio.

Así nomás es la cosa, sigamos atentos a los monos.

domingo, 7 de septiembre de 2008

monitos

Los monos, hace rato estaba pensando en ellos. La semana pasada saqué de la bilbioteca un libro que desde un tiempo me estaba llamando la atención: "Para leer al pato donald". Se trata de un análisis de algunas historietas de disney: tribilín, disneylandia, fantasías y tío rico. En ellas, se va develando cultura norteamericana, la aceptación de una manera de funcionar del mundo que pretende imponerse y perdurar en la historia.

En las relaciones familiares que se encuentran en las historietas, hay una extraña simetría entre el adulto y el niño, ambos quieren perpetuar un orden familiar autoritario. Los sobrinos de Donald aceptan su subordinación frente a él y sólo se rebelan cuando su tío se comporta de manera infantil y no cumple su papel de mando. Luego vemos que este acatamiento va mucho más allá, a un plano mayor que el familiar: el del colonialismo.

La familia de patolandia constantemente viaja alrededor del mundo en busca de tesoros y negocios anhelados por el tío Rico Mcpato. Aqui el mismo modelo de la familia se pasa al sociocultural y en su relación con los nativos (parodias de México, de Perú, de Egipto, de países árabes -como lejanostán-, Mongolia, Vietnam y de Oceanía) siempre se ve al otro como atrasado y limitado. Intercambian riquezas por chocherías, y forman nuevas relaciones con los extrajeros, aqui se pasa del salvaje al subdesarrollado. Por ejemplo, "(...)en Donald 432 (escrito en pleno auge de la alianza para el progreso), los indios de Aztecland son convencidos por Donald de que los conquistadores son cosa del pasado, venciendo simultáneamente a los chicos malos, conquistadores contemporáneos. El botín del pasado es un delito. Se criminaliza el pasado purificando el presente." (Dorfman, Mattelart 1972:69). En otra aventura, mickey y sus amigos "buscan una mina de plata y desenmascaran a dos estafadores que aterrorizaban a los indios. Esta característica habitual de los nativos -pánico pavoroso e irracional frente a cualquier hecho que desconcierte su ciclo natural- enfatiza su cobardía (tal vez como los niños temen a la oscuridad) y la necesidad de algún ser superior que venga a rescatarlos y a restaurar el sol"(Dorfman, Mattelart 1972:67). Los indios recuperaron la mina y Minnie se lamenta, Mickey le dice: "lo siento Minnie, pero los indios habían descubierto la mina antes". "De todas maneras me alegro, ahora están libres de salir del barranco y vender sus propias joyas" responde ella. Aah! pero qué vemos, ahora los indios son libres para comerciar, lo que nos quiere decir es: ¡NO al colonialismo, SÍ al comercio! Osea, neocolonialismo.

Hoy día, recordando ese libro (que interrumpí el otro día y todavía no termino), empecé a pensar en otros monitos, como hong kong fui, karateca simpático pero inepto. En sus aventuras, al final el gato vivaracho (y por supuesto estadounidense) es el que salva la situación, pero humildemente no se lleva el crédito. Yo no conozco sobre el imperialismo y su implementación en Asia luego de la segunda guerra mundial, pero creo que este mono debe ser digno de un análisis más profundo y esclarecedor. Ooh! y ahora que me acuerdo, tenía identidad secreta: conserje, entonces creo que estaríamos hablando de un inmigrante.

Otros monos clásicos son los supersónicos, el ideal del modelo capitalista, la comodidad misma en el vivir, los protagonistas ni siquiera caminan! los llevan unas correas y más encima sólo aprietan botones. Pero también podemos remontarnos a su ascendencia: Los picapiedras, para quienes los avances tecnológicos significan el dominio sobre los animales/naturaleza (pájaro en el control remoto, en la cámara fotográfica, chancho come basura, dinosaurio retroexcavadora).

Sin duda que podemos seguir analizando muchos monos, a través del tiempo este ámbito ha sufrido transformaciones. Sería güena hacer la historia del arte de los dibujos animados. De repente Ren & Stimpy son un gran ejemplo de posmodernismo (en cuanto a técnicas de animación), o quizás el avatar lo mismo desde el lado religioso. Creo que cada vez somos más mestizos, cada vez somos más collage.
Habría que saber tomar y desarollar esto creativamente, más allá de intereses capitalistas y disfrutar la infinidad de posibilidades que es el ser humano. De todas maneras el mestizaje es inevitable con los nuevos sistemas de comunicación, asi que depende de nosotros que este "compartir la diferencia" sea en libertad y comunión, o en ceguera y violencia.



sábado, 30 de agosto de 2008

Pero sigo sin comprender la diferencia entre anarquismo y ecología social.
¿Existe realmente una diferencia?
-Se le puede atribuir a la expresión ecología
social significaciones bien diferentes. No existe realmente una diferencia entre
el anarquismo y la ecología social. Considero a esta última como una tentativa de ampliar el horizonte del anarquismo. No veo una oposición entre ambos; pienso que la ecología social es una extensión del anarquismo hacia una esfera más amplia de intereses humanos, en este período de descomposición de las clases sociales. [...] En el período de descomposición en el que vivimos, el anarquismo debe reconocer que el capitalismo produjo nuevas transformaciones. Las nuevas preocupaciones que generan esos cambios no se corresponden más con la división entre clases tradicionales. Se trata de preocupaciones relativas a la guerra, la paz, el medio ambiente, las nuevas tecnologías, nuevas instituciones, la reducción del poder de las personas frente al crecimiento del poder del Estado y de los monopolios transnacionales. La ecología social trata de expresar ese nuevo horizonte y desarrollar esos intereses por las cuestiones generales y darles una coherencia teórica y una significación programática, práctica y política.

Entrevista a Murray Bookchin

domingo, 25 de mayo de 2008

"Es soñando con lo imposible que el hombre ha realizado siempre lo posible. Los que se han conformado con lo que les parecía posible no han avanzado nunca de un solo paso."
Mijail Bakunin

jueves, 22 de mayo de 2008

sábado, 15 de marzo de 2008

CoN$PiRaZioN



domingo, 2 de marzo de 2008

sábado, 1 de marzo de 2008

origen


El derecho al delirio

Ya está naciendo el nuevo milenio. No da para tomarse el asunto demasiado en serio: al fin y al cabo, el año 2001 de los cristianos es el año 1379 de los musulmanes, el 5114 de los mayas y el 5762 de los judíos. El nuevo milenio nace un primero de enero por obra y gracia de un capricho de los senadores del imperio romano, que un buen día decidieron romper la tradición que mandaba celebrar el año nuevo en el comienzo de la primavera. Y la cuenta de los años de la era cristiana proviene de otro capricho: un buen día, el papa de Roma decidió poner fecha al nacimiento de Jesús, aunque nadie sabe cuando nació.

El tiempo se burla de los límites que le inventamos para creernos el cuento de que él nos obedece; pero el mundo entero celebra y teme esta frontera.

Una invitación al vuelo

Milenio va, milenio viene, la ocasión es propicia para que los oradores de inflamada verba peroren sobre el destino de la humanidad, y para que los voceros de la ira de Dios anuncien el fin del mundo y la reventazón general, mientras el tiempo continúa, calladito la boca, su caminata a lo largo de la eternidad y del misterio.

La verdad sea dicha, no hay quien resista: en una fecha así, por arbitraria que sea, cualquiera siente la tentación de preguntarse cómo será el tiempo que será. Y vaya uno a saber cómo será. Tenemos una única certeza: en el siglo veintiuno, si todavía estamos aquí, todos nosotros seremos gente del siglo pasado y, peor todavía, seremos gente del pasado milenio.

Aunque no podemos adivinar el tiempo que será, sí que tenemos, al menos, el derecho de imaginar el que queremos que sea. En 1948 y en 1976, las Naciones Unidas proclamaron extensas listas de derechos humanos; pero la inmensa mayoría de la humanidad no tiene más que el derecho de ver, oír y callar. ¿Qué tal si empezamos a ejercer el jamás proclamado derecho de soñar? ¿Qué tal si deliramos, por un ratito? Vamos a clavar los ojos más allá de la infamia, para adivinar otro mundo posible:

el aire estará limpio de todo veneno que no venga de los miedos humanos y de las humanas pasiones;

en las calles, los automóviles serán aplastados por los perros;

la gente no será manejada por el automóvil, ni será programada por la computadora, ni será comprada por el supermercado, ni será mirada por el televisor;

el televisor dejará de ser el miembro más importante de la familia, y será tratado como la plancha o el lavarropas;

la gente trabajará para vivir, en lugar de vivir para trabajar;

se incorporará a los códigos penales el delito de estupidez, que cometen quienes viven por tener o por ganar, en vez de vivir por vivir nomás, como canta el pájaro sin saber que canta y como juega el niño sin saber que juega;

en ningún país irán presos los muchachos que se nieguen a cumplir el servicio militar, sino los que quieran cumplirlo;

los economistas no llamarán nivel de vida al nivel de consumo, ni llamarán calidad de vida a la cantidad de cosas;

los cocineros no creerán que a las langostas les encanta que las hiervan vivas;

los historiadores no creerán que a los países les encanta ser invadidos;

los políticos no creerán que a los pobres les encanta comer promesas;

la solemnidad se dejará de creer que es una virtud, y nadie tomará en serio a nadie que no sea capaz de tomarse el pelo;

la muerte y el dinero perderán sus mágicos poderes, y ni por defunción ni por fortuna se convertirá el canalla en virtuoso caballero;

nadie será considerado héroe ni tonto por hacer lo que cree justo en lugar de hacer lo que más le conviene;

el mundo ya no estará en guerra contra los pobres, sino contra la pobreza, y la industria militar no tendrá más remedio que declararse en quiebra;

la comida no será una mercancía, ni la comunicación un negocio, porque la comida y la comunicación son derechos humanos;

nadie morirá de hambre, porque nadie morirá de indigestión;

los niños de la calle no serán tratados como si fueran basura, porque no habrá niños de la calle;

los niños ricos no serán tratados como si fueran dinero, porque no habrá niños ricos;

la educación no será el privilegio de quienes puedan pagarla;

la policía no será la maldición de quienes no puedan comprarla;

la justicia y la libertad, hermanas siamesas condenadas a vivir separadas, volverán a juntarse, bien pegaditas, espalda contra espalda;

una mujer, negra, será presidenta de Brasil y otra mujer, negra, será presidenta de los Estados Unidos de América; una mujer india gobernará Guatemala y otra, Perú;

en Argentina, las locas de Plaza de Mayo serán un ejemplo de salud mental, porque ellas se negaron a olvidar en los tiempos de la amnesia obligatoria;

la Santa Madre Iglesia corregirá las erratas de las tablas de Moisés, y el sexto mandamiento ordenará festejar el cuerpo;

la Iglesia también dictará otro mandamiento, que se le había olvidado a Dios: «Amarás a la naturaleza, de la que formas parte»;

serán reforestados los desiertos del mundo y los desiertos del alma;

los desesperados serán esperados y los perdidos serán encontrados, porque ellos son los que se desesperaron de tanto esperar y los que se perdieron de tanto buscar;

seremos compatriotas y contemporáneos de todos los que tengan voluntad de justicia y voluntad de belleza, hayan nacido donde hayan nacido y hayan vivido cuando hayan vivido, sin que importen ni un poquito las fronteras del mapa o del tiempo;

la perfección seguirá siendo el aburrido privilegio de los dioses; pero en este mundo chambón y jodido, cada noche será vivida como si fuera la última y cada día como si fuera el primero.


"Patas Arriba", Eduardo Galeano.